Nos gustaría compartirte que para redactar los indicadores sólo deben cubrirse unos sencillos lineamientos, como los siguientes:
1. Iniciar con un verbo operativo, que sea observable, cuantificable y ejecutable, se sugiere utilizar verbos correspondientes a los niveles tres y seis de la taxonomía de B. Bloom (1953).
Aquí unos ejemplos: desarrolla, demuestra, evalúa, construye, defiende, sostiene una postura, ejerce, sustenta, fundamenta, debate, define y aporta.
2.- Definir el contenido, tema, materia, aspecto sobre el cual se desarrolla la acción del verbo. Ejemplos: las obras teatrales, las figuras geométricas etc;
3.- Definir la calidad o nivel de exigencia en que ese verbo operativo debe ser ejecutado. Ejemplos: con claridad y fluidez, adecuadamente, pertinentemente, con precisión, con dominio, con argumentos, etc;
4.- Describir el contexto en el que se espera la acción, ya sea expresión de conceptos, procedimientos o actitudes. Ejemplos: frente al grupo, en equipo, en colaboración, en el patio escolar, frente a una audiencia, en casa, etc;
A continuación te presentamos una plantilla guía con algunos ejemplos:
Una vez redactados los indicadores sólo es cuestión de añadirlos a tu instrumento y definir las escalas o niveles por ejemplo: regular, bien, muy bien y excelente.
Recuerda que los indicadores deben ir en concordancia con los aprendizajes esperados y tomar como base para los verbos operativos la taxonomía de Bloom.
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