Las instituciones educativas que no han sido afectadas directamente por los fenómenos naturales anteriormente expuestos, podrán tomar algunos aspectos de este currículo de emergencia e incluirlos en su planificación curricular. No olvidar que debemos estar preparados para cualquier situación de riesgo y desarrollar en los estudiantes y la comunidad educativa, las competencias que se requieren para vivir en armonía con la naturaleza.
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